Yo soy de aquellos que cree que la montaña, bien sea en su estado más puro o más deportivo, tiene su vida propia y no es sino ella quien decide cómo, cuando y por qué subes vas o estás. Qué ridículo y fuera de tono me parecen aquellos que las conquistan, asaltan o atacan, ¿cúantas veces habrán soltado el teclado del ordenador o el micrófono con los que plasman semejantes majaderías y habrán sentido la vida y la muerte bajo sus pies en un glaciar, en una arista? o, con menos dramatismo, ¿cúantas veces habrán agarrado un monodedo tan pequeño en una placa tan enorme y han sentido la intensidad de su enorme presencia? Conquistar una montaña....!!!!!qué gilipollez!!!!!!
Caprichosa sí, siempre caprichosa y siempre dueña del destino, destino que un día.... un día como hoy se conjura, se despereza, nos sorprende y deja que bailes sobre su áspera piel, que ejecutes tu coreografía como si Newton aun no hubiera nacido, que introduzcas tus dedos en sus más íntimas entrañas, que apoyes tus pies sobre su fría piel, qué te muevas con la elegancia de una princesa, con la resolución de una modelo, con la fuerza controlada de un león.....
Enhorabuena Chäferuli