lunes, 17 de noviembre de 2008

Incoherencia

La subida siempre, e inexorablemente, es perseguida y alcanzada por la bajada; la fuerza lo es por la debilidad, la alegría por la pena, las ganas por la desidia. Duros momentos aquellos que esperan pacientes a que la fuerza sea destronada por.... digamos....."la falta de chispa", por el... "me tiré, pero no me quedé"; por el....."no cogí bien el canto"; por el....cómo resbala!!!! por el... "no coordiné bien el paso", etc etc etc.... Se abre la trampilla bajo mis pies, la soga se aprieta alrededor de mi cuello y empieza a faltarme el aire..... son los ciclos, es la vida, es la escalada donde ayer te quedabas pegado milagrosamente hoy te deslizas (aclaración: hacia abajo) sin comprender como te atreviste a decotar esa vía terrorífica. Todos lo sabemos, pero qué haremos para que éste, que ahora está bajo mis pies, acabe lo antes posible y vuelva a brincar con alegría de canto a canto con el sensor de brazos apagado, porque ¿para qué si voy en tercera?

Esta reflexión me ha torturado toda la tarde con la siguiente pregunta: ¿cual es el músculo que domina en este deporte? ¿es el bíceps? o..tal vez ¿es algo más insustancial, más filosófico, menos gimnástico? La deformación profesional a la que estoy encadenado (uhmmmm creo que en este momento no es una palabra adecuada...) me lleva a buscar en los recuerdos; por mi cabeza pasan enormes, grandiosos, poderosos, musculosísimos bíceps hinchados y derrotados allí donde se paseaba una barriguita cervecera o un bebecito sin aun pelusa en el bigote; me viene a la cabeza aquel amigo que sin ser capaz de hacer cinco dominadas no se despeinaba en un ochocé cualquiera, o aquella japonesita menor que un grano de arena haciendo chimenea por las chorreras del Korea y cerrando todas las (los) bocazas de alrededor. Claro, atendiendo a esto último, se diría que hay "algo" (recuerdo que alguna vez dije que era ateo confeso así pues que nadie se lleve a error...) metafísico que nos hace subir o.... no subir, que nos hace notar el dolor del brazo o ...no notarlo; que nos hace pasar miedo con la cinta el pecho o.... no pasarlo con ella a cinco metros. ¿Dónde está el resorte? ¿cual es el maldito neurotransmisor? ¿cómo podré controlarlo en mi beneficio? y, en el caso de que lo encontrara...¿tendría sentido utilizarlo o el juego perdería la gracia?

Bueno, ya está bien de calentarnos el bíceps, solo quiero añadir que desde el hondo, oscuro y por todos temido pozo, aveces, algunas pocas veces aparece una estrella fugaz que ilumina con su estela nuestro nimio universo y deja su brillo impreso en, en este caso mi memoria, para siempre haciendo que ese momento sea singular.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Me postro ante vos, me quito el sombrero (la ropa no que aún te gustaría demasiado lo que verías). Sensei, tu retórica hoy ha sido aplastante, tu disquisición hoy ha hecho hincapié en la pregunta maldita, porqué, como y debido a qué puto motivo no escalamos siempre de la misma forma....

Es un tema sobre el que dialogar largo y tendido, escuchar diferentes opiniones e intentar descubrir el porqué de todo ése misterio... El día que lo descubras, por favor compártelo con tu fiel alumno.

Eva López dijo...

Ole Javi, muy buen post!
Encontré tu blog de casualidad, y ya soy tu seguidora ;-)

A ver si nos vemos en la Roca y comentamos estos temitas que tanto nos gustan
Un beso a ti y otro a Cristina